La cultura, (lo que el hombre hace), consiste en una
tensión permanente entre lo que debería ser y lo que es.
Basta evocar el lugar en ella de la ciencia, que siempre
aspira a la máxima certeza y no la alcanza nunca: otras,
nuevas, novísimas certezas lo impiden. Ni hablar del arte,
de los gustos, de los hábitos, de los vicios asumidos como
tales, de las modas y las tendencias.
tensión permanente entre lo que debería ser y lo que es.
Basta evocar el lugar en ella de la ciencia, que siempre
aspira a la máxima certeza y no la alcanza nunca: otras,
nuevas, novísimas certezas lo impiden. Ni hablar del arte,
de los gustos, de los hábitos, de los vicios asumidos como
tales, de las modas y las tendencias.